En
unos de sus posts el coach español, Alberto Blázquez, cuenta esta historia
llamada: “El cuento del mármol y el cuero” sobre cómo debemos ser las
personas ante ciertos problemas de la vida.
Cuenta
la historia que el hijo de un gran hombre de negocios andaba preocupado. El
padre, al sospechar que su hijo tenía un problema, lo invitó a almorzar para
tener un tiempo de charla a solas. Estaba en lo correcto, su hijo estaba
decepcionado de su carrera, su trabajo, sus relaciones. El hijo le
dijo: “Me siento en un camino lleno de obstáculos y no lo sé… siento que
estoy acorralado. Me siento impotente de no poder hacer nada”.
Prosiguió: “No tengo idea de cómo superar estos problemas, no es
debilidad. Soy un hombre duro pero siento que en lugar de avanzar, retrocedo”,
contó triste a su padre.
“Querido
hijo”, dijo el padre. “La dureza no es todo. El mármol es un material muy
duro, pero si lo empiezas a golpear con un mazo se quiebra en muchos
pedazos. No importa ser duro, sino fuerte. Mira el cuero, es blando pero a
la vez fuerte, si lo martilleas no se rompe. Prueba enfrentar tus problemas con
resistencia, pero también sé flexible y verás otros resultados”.
Aprendizaje
Así
como dice la famosa frase de Bruce Lee, “Be water my friend” (Se como
el agua, mi amigo). Esto significa que debemos tener una actitud como el agua,
que es totalmente flexible y se adapta al recipiente que la contiene o al
estado físico en que se convierte según las temperaturas. Tenemos que dejar de
ser duros ya que esto no es señal de fortaleza. Nuestras vidas pueden cambiar
mucho y debemos estar preparados para adaptarnos a dichos cambios. Seamos
fuertes para sobrellevar y pasar esos obstáculos. Mantengamos una postura
acorde a nuestros valores e ideales y seamos inteligentes al tomar decisiones.
El rincón de la mujer emprendedora
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