miércoles, 3 de mayo de 2017

Mujer, disfruta tus logros

La mayoría de las personas -sobre todo las mujeres porque nos inculcaron que la culpa era un sentimiento inherente a nuestra condición de mujer- suele sabotear sus propios logros.
Una vez logrado un objetivo, sienten lo que en psicología se llama "el fenómeno del impostor": inmediatamente nuestra mente responde con ideas como: "Fue sólo suerte", "pura casualidad", "fue gracias a fulana o fulano", "jamás me imaginé que lo lograría", "ni yo me lo creo", "me hicieron el favor", "es que soy amiga o familiar de perengano o perengana" y un largo etcétera. El asunto es que sentimos que no merecemos el triunfo. En lugar de reconocer que tenemos la capacidad, la habilidad, que nos esforzamos y trabajamos para que el asunto se concretara, resulta que nos minimizamos y decimos que todo es obra de la suerte.

No debemos posponer la aceptación personal, porque al no reconocernos provocamos que se debilite nuestra confianza y surge el miedo a equivocarnos, al ridículo, al fracaso, y perdemos la satisfacción de iniciar nuevos proyectos.

Debemos, como mujeres en cambio, reconocer nuestros esfuerzos cotidianos y los mayores. Reconocer triunfos no es sinónimo de ego ni vanidad, sino de salud mental.

Una frase de Wilfred Peterson para finalizar:

“Pensar en grande antecede a los grandes logros”

El rincón de la mujer emprendedora

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