miércoles, 25 de junio de 2014

El imperio de Essie

En los ochentas cuando aún no habían restricciones en el equipaje de los aviones, Essie Weingarten, quien se dirigía hacia Las Vegas, llevaba en su maleta 10 cartones que pesaban cada uno 64 libras (alrededor de 29 kgs). ¿Qué llevaba? Esmaltes de uñas. ¿Recordaste el nombre de esa marca famosa? Sí, Essie, es su negocio.
¿Cómo empezó?


Essie se interesó desde muy joven en los esmaltes de uña. En aquella época aún conservadora (los cincuentas) solo existían de colores rojo, rosado, nude y beige. Ella se desesperaba por esta poca variedad. “Por esos días no existían los salones de uñas, solo era el salón de belleza donde había una manicurista. Me encantaba que me hagan las uñas, pero me aburrían los colores limitados”, cuenta sobre antaño.

Ese gusto que tuvo desde pequeña se fue convirtiendo en un imperio multimillonario. En los ochentas se asoció con un químico para obtener nuevos colores. Luego contrató a su primer empleado, su esposo. Fue su sugerencia ponerle su nombre a todas las botellas. “Estaba horrorizada que mi nombre estuviera en las botellas, pero él estaba en lo correcto”, dice Essie.

Ella dejó su trabajo como compradora de calcetería para una tienda de moda para dedicarse a la industria de esto que se ha transformado en un arte que fascina a las mujeres, los colores y diseños en las uñas. Essie estaba segura que ingresando al mercado en Las Vegas podría hacer que su negocio se disparara hacia el cielo. “Si entraba a esa ciudad, tendría a mujeres con muy buenos ingresos. Dealers de los casinos, bailarinas, meseras, las cabareteras. Todas ellas siempre tienen que estar bien arregladas y lindas, además que son vitrina hacia el público. Entonces podría hacer que ellas usaran mis productos, hablaran de ellos… Era la oportunidad”, cuenta Essie.

Esa maleta iba llena de muestras que Essie dejó en todos los salones de belleza de los grandes hoteles en la ciudad de las luces y el placer. En 10 días, absolutamente todos los salones la llamaron para poner una orden de compra.

Como dice ella, “no necesariamente lo que pasa en Vegas, se queda en Vegas. Las mujeres que estaban de vacaciones en la ciudad y pasaron por un salón, amaron el producto al instante y regresaron a sus respectivas ciudades pero no perdieron la oportunidad de llamarla para comprar. Las llamadas llegaron desde todo el país”, cuenta con emoción Essie.

Algunos datos

En 1989, el asesor de imagen de la Reina Elizabeth le envió una carta a Essie pidiéndole una orden de un esmalte rosa pálido llamado Ballet Slippers, el color favorito de Su Majestad.
Joan Rivers mencionó en The Tonight Show que ella se había pintado las uñas con el color Jelly Apple de Essie.
Existen más de 900 colores de los esmaltes de Essie.
Nombres tan extraños como Sew Psyched (un tono de verde oscuro), Rock the Boat (azul suave), son un toque especial de Essie.
A sus 65 años, Essie es hoy la consultora global de la marca.
Essie ha firmado un contrato con AOL para hacer una serie de videos sobre moda #askessie.

Su historia la ha convertido en un ícono dentro del mercado de moda. Es una gran inspiración para los emprendedores y emprendedoras. Ella está feliz de poder inspirar a otras mujeres a hacer lo que ellas aman y convertirlo en algo rentable. La frase que les dice cuando da sus conferencias: “Go for it, baby” (Ve por ello, nena).

Essie es hoy la marca líder de esmaltes de uñas en los Estados Unidos. Distribuye sus productos a través de salones de belleza, farmacias y retailers de cosmética alrededor del mundo. En el 2010 cuando la empresa fue vendida a L’Oreal, esta generaba 28 millones de dólares en ventas anuales.

Vía: Entrepreneur

El rincón de la mujer emprendedora

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