domingo, 25 de agosto de 2013

Lo que de niña era un sueño...

lo ha convertido en realidad. Es una de las primeras mujeres en lograr un puesto reservado tradicionalmente a hombres. Y tú, tienes sueños por cumplir?

“Hay pocas directoras de orquesta porque no ha habido modelos de referencia”
Inma Shara es a la música clásica lo que Pau Gasol a la NBA o Cristina García Rodero a la fotografía: una estrella española con proyección internacional. Está en la liga de los mejores directores de orquesta del mundo (también en la de los más jóvenes). Y, además, es una de las pocas mujeres que coge la batuta ante las grandes sinfónicas. Pese a que lo suyo no es la norma, sino, de momento, una excepción, esta vasca nacida en Amurrio (Álava) en 1972, no habla de barreras derribadas ni de objetivos cumplidos. Con aspecto sobrio y delicado, de fuerte contraste con la energía que derrocha su cuerpo cuando ejerce, y voz de timbre suave, tan musical como toda su vida, insiste con humildad en que ella no le da ninguna importancia a haber conseguido ser una de las primeras féminas en lograr un puesto reservado tradicionalmente a hombres.
Directora y compositora, Inma Shara -nombre artístico de Inma Sarachaga- cree que lo que falta ahora es la normalización."Sí que es cierto que [las mujeres directoras de orquesta] formamos una pirámide muy escasa. Pero tampoco le doy un peso específico a eso. Quizás hay pocas porque no ha habido modelos de referencia". Así que pasa de largo por cualquier reivindicación feminista sobre su trabajo porque parte de la premisa de que la música es un lenguaje sin género.
Ni siquiera habla de baches - "los obstáculos en la vida se los pone uno mismo"-, pero reconoce que a su alrededor se creó "cierta expectación inicial" cuando cogió la batuta. La batalla está ganada, pues sabe que ya cuenta con el favor del público "y el apoyo de los organizadores, que es muy importante". No funciona con metas, sólo busca evolucionar y mantiene intacta su vocación de "emocionar" a una audiencia de música clásica "que afortunadamente es cada vez más amplia".
"Hoy en día la mujer está presente en todos los aspectos sociales. Es cierto que en un pasado sí se necesitó una revolución. Es algo que hay que agradecer a tantos hombres y mujeres que han luchado por ello", señala, e introduce una de las palabras que más repite a lo largo de la conversación. "El respeto a la mujer pasa por el trabajo que se ha hecho durante tantos años. Para mi la clave de todo está en el respeto", e incide en el horror de la violencia doméstica. "La mujer aún lleva la carga especifica en cuanto a la conciliación familiar. Yo misma creo que he sido educada en valores tradicionales de soportar el compromiso familiar y ser el pilar fundamental, pero también es cierto que esto está cambiando".
Siendo "muy pequeña" tuvo el privilegio, recuerda, de tener contacto con todas las artes: teatro, danza, música... Ésta última marcó su vida. "Poco a poco me fue llamando de manera tan insistente que a los 11 o 12 años racionalicé mi dedicación absoluta por y para la música". Una elección ha marcado su carácter (odia la indisciplina y detalles como que un músico toque "repantingado"; valora la entrega y el compromiso), porque desde entonces han pasado incontables horas de estudio y sacrificios. Es una rutina inherente a su trabajo. Debe practicar todos los días. "Igual me levanto a las 6 o 7 y necesito estudiar si estoy en la preparación previa de una partitura o repasarla. Cuando ya es mía, necesito sentirla. Es como comer, desayunar, cenar... Paso muchas horas estudiando".
Muchas otras horas se han consumido en hoteles o viajando de un país y su orquesta a otro. "A veces se hace duro, pero lo mío es una pasión, no lo cambio por nada". Discípula del maestro Zubin Mehta, ha gobernado, entre otras, las Filarmónicas de Israel y Londres, las Sinfónicas de Rusia, Roma, República Checa... Y las más grandes de España.
Tiene una sensibilidad especial hacia África y disfruta especialmente con los conciertos destinados a causas sociales. Lo ha hecho por víctimas del terrorismo, contra el Alzheimer, o con los niños discapacitados. También ha sido la primera mujer en dirigir un concierto en el Vaticano. Una de sus citas más importantes este año se encuentra en Asia: se pondrá al frente de la European Union Youth Orchesta en el Expo de Shanghai en el Día de Europa.
Cuando se mete en el papel de directora, que viene a ser el de "líder moral" de una orquesta, se "embruja" en cierta manera. "Uno se crea una fantasía mental con la partitura y la canaliza en los ensayos. Lo que se intenta es que haya una comunicación perfecta entre lo que recibes acústicamente y la fantasía que te has creado. Cuando consigues esa simbiosis maravillosa ya estás preparada para llevarla ante el público", cuenta. "Lo que de niña era un sueño se ha convertido en una realidad", indica. Y lo hace con la seguridad de quien no miente al decir: "Si pudiera volver atrás, volvería a escribir exactamente las mismas notas en el pentagrama de mi vida". 
Fuente: Lucía González

El rincón de la mujer emprendedora.
Natalia Huerta Alfaro
Co-fundadora




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