lo ha convertido en
realidad. Es una de las primeras mujeres en lograr un puesto reservado
tradicionalmente a hombres. Y tú, tienes sueños por cumplir?
“Hay pocas directoras de orquesta porque no ha habido modelos de
referencia”
Inma Shara es a la música clásica lo que Pau Gasol a la NBA o
Cristina García Rodero a la fotografía: una estrella española con proyección
internacional. Está en la liga de los mejores directores de orquesta del mundo
(también en la de los más jóvenes). Y, además, es una
de las pocas mujeres que coge la batuta ante las grandes sinfónicas. Pese a
que lo suyo no es la norma, sino, de momento, una excepción, esta vasca nacida
en Amurrio (Álava) en 1972, no habla de barreras derribadas ni de objetivos
cumplidos. Con aspecto sobrio y delicado, de fuerte contraste con la energía
que derrocha su cuerpo cuando ejerce, y voz de timbre suave, tan musical como
toda su vida, insiste con humildad en que ella no
le da ninguna importancia a
haber conseguido ser una de las primeras féminas en lograr un puesto reservado
tradicionalmente a hombres.
Directora y compositora, Inma Shara -nombre artístico de Inma
Sarachaga- cree que lo que falta ahora es la normalización."Sí
que es cierto que [las mujeres directoras de orquesta] formamos una pirámide
muy escasa. Pero tampoco le doy un peso específico a eso. Quizás hay pocas
porque no ha habido modelos de referencia". Así que pasa de largo por
cualquier reivindicación feminista sobre su trabajo porque parte de la premisa
de que la música es un lenguaje sin género.
Ni siquiera habla de baches - "los obstáculos en la vida se los pone uno
mismo"-, pero reconoce que a su alrededor se creó
"cierta expectación inicial" cuando cogió la batuta. La batalla está
ganada, pues sabe que ya cuenta con el favor del público "y el apoyo de
los organizadores, que es muy importante". No funciona con metas, sólo
busca evolucionar y mantiene intacta su vocación de "emocionar" a una
audiencia de música clásica "que afortunadamente es cada vez más
amplia".
"Hoy en día la mujer está presente en todos los aspectos
sociales. Es cierto que en un pasado sí se necesitó una revolución. Es
algo que hay que agradecer a tantos hombres y mujeres que han luchado por
ello", señala, e introduce una de las palabras que más repite a lo largo
de la conversación. "El respeto a la mujer pasa por el trabajo que se ha
hecho durante tantos años. Para mi la clave de todo está en el respeto", e
incide en el horror de la violencia doméstica. "La mujer aún lleva la carga
especifica en cuanto a la conciliación familiar. Yo misma creo que he
sido educada en valores tradicionales de soportar el compromiso familiar y
ser el pilar fundamental, pero también es cierto que esto está cambiando".
Siendo "muy pequeña" tuvo el privilegio, recuerda, de
tener contacto con todas las artes: teatro, danza, música... Ésta última marcó
su vida. "Poco a poco me fue llamando de manera tan insistente que a los
11 o 12 años racionalicé mi dedicación absoluta por y para la música". Una
elección ha marcado su carácter (odia
la indisciplina y
detalles como que un músico toque "repantingado"; valora la entrega y
el compromiso), porque desde entonces han pasado incontables horas de estudio y
sacrificios. Es una rutina inherente a su trabajo. Debe practicar todos los
días. "Igual me levanto a las 6 o 7 y necesito estudiar si estoy en la
preparación previa de una partitura o repasarla. Cuando ya es mía, necesito
sentirla. Es como comer, desayunar, cenar... Paso muchas horas
estudiando".
Muchas otras horas se han consumido en hoteles o viajando de un
país y su orquesta a otro. "A
veces se hace duro, pero lo mío es una pasión, no lo cambio por
nada". Discípula del maestro Zubin Mehta, ha gobernado, entre otras, las
Filarmónicas de Israel y Londres, las Sinfónicas de Rusia, Roma, República
Checa... Y las más grandes de España.
Tiene una sensibilidad especial hacia África y disfruta
especialmente con los conciertos destinados a causas sociales. Lo ha hecho por
víctimas del terrorismo, contra el Alzheimer, o con los niños discapacitados.
También ha sido la primera mujer en dirigir un concierto en
el Vaticano. Una de sus citas más importantes este año se
encuentra en Asia: se pondrá al frente de la European Union Youth Orchesta en
el Expo de Shanghai en el Día de Europa.
Cuando se mete en el papel de directora, que viene a ser el de
"líder moral" de una orquesta, se "embruja" en cierta
manera. "Uno se crea una fantasía mental con la partitura y la canaliza en
los ensayos. Lo que se intenta es que haya una comunicación perfecta entre lo
que recibes acústicamente y la fantasía que te has creado. Cuando consigues esa
simbiosis maravillosa ya estás preparada para llevarla ante el público",
cuenta. "Lo que de niña era un sueño se ha convertido en una
realidad", indica. Y lo hace con la seguridad de quien no miente al decir:
"Si pudiera volver atrás, volvería a escribir exactamente las mismas notas en
el pentagrama de mi vida".
Fuente: Lucía González
El rincón de la mujer
emprendedora.
Natalia Huerta Alfaro
Co-fundadora
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