Hablar
con una misma ayuda a calmar la mente, centrar los pensamientos, aliviar la
ansiedad y, como explica la psicóloga Linda Sapadin en PsychCentral, nos hace más
inteligentes. En voz alta o interiormente, lo importante es “hablarte con
respeto”. Spadin nos recuerda los cuatro tipos de autoconversación que
podemos mantener:
De
reconocimiento. ¿Por qué esperar a recibir elogios de los demás? Tú sabes mejor
que nadie cuando te mereces un elogio. ¡Procura decírtelos y siéntete orgulloso
de ti mismo/a!
De
motivación. Todos aplazamos lo que nos incomoda, pero puedes motivarte
hablándote con cariño y dulzura. Por las buenas todo se hace mucho mejor. No te
castigues ni te tortures, pero tampoco caigas en la autocompasión, porque
correrías el riesgo de quedarte donde estás.
Diálogo
exterior. Te servirá para tomar decisiones. Muchas
veces, a la hora de hacer una elección, respondemos impulsivamente por
hábito o llevados por la ansiedad. Por eso es importante tomarte tu tiempo y
tener este tipo de diálogo contigo misma para clarificar y lograr una
conciliación entre tus deseos, tus necesidades y las expectativas de los demás.
Marcar
objetivos. Haz tus planes en voz alta, te ayudará a centrar tu atención,
reforzará el mensaje y te liberará de distracciones. La mayoría de los
deportistas utilizan esta técnica para lograr sus metas y les funciona, ¿por qué
no habría de funcionarte a ti?
Así
que ya sabes, puesto que TÚ eres la persona más importante de tu vida, habla,
conversa, comunícate con respeto contigo misma. Hacerlo no es un signo de
locura. Es un signo de buena salud.
El rincón de la mujer emprendedora
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