Sin bien es innegable que a lo largo de la historia la actividad emprendedora de las mujeres españolas ha sido menor a la de los hombres -al menos en la actividad económica formalizada-, en los últimos años ha cobrado cada vez más relevancia el papel de las autónomas y propietarias de pequeñas y medianas empresas en la actualidad empresarial.
De acuerdo con el informe GEM (2014), el 41,5% de los emprendedores en fase inicial y el 42,6% de los emprendedores consolidados son mujeres.
Hay una diferencia significativamente menor entre los emprendedores potenciales (quienes afirman tener la intención de poner en marcha una empresa en los próximos 3 años), donde las mujeres alcanzan el 49,8%.
En realidad, las mujeres emprendedoras tienen un perfil muy similar al de sus pares masculinos:
Edad. Tienen un promedio de 38 años. En ambos sexos, la población de entre 35 y 44 años es la más proclive a participar en actividades emprendedoras.
Estado civil. Aproximadamente el 53% de las mujeres emprendedoras son solteras, cifra muy similar al 54% de los hombres. Sin embargo, el 35% tienen personas a su cargo.
Estudios. El 65% de las mujeres emprendedoras tienen estudios universitarios, frente al 53% de los hombres.
Renta. Es quizá la diferencia más significativa entre mujeres y hombres emprendedores. Mientras que el 34% de ellas tenía una renta bruta menor a 9.000 euros antes emprender su negocio, ellos se reparten entre quienes tenían menos de 9.000 y quienes tenían entre 15.001 y 30.000 euros.
¿Cómo son sus empresas?
Si bien mujeres y hombres emprendedores tienen un perfil similar, hay diferencias en el tipo de empresas que constituyen:
En promedio, las empresas creadas por mujeres contratan menos empleados (1,7) que las de los hombres (1,85).
Están más enfocadas al consumo: el 62,3% de las empresas fundadas por mujeres están en el sector consumo, frente al 47,7% de los hombres.
Son menos tecnológicas: únicamente el 4,8% de las empresas creadas por mujeres tienen su base en la tecnología, frente al 7,5% de las fundadas por hombres.
Son menos industriales: el 22,5% de las empresas creadas por hombres pertenecen al sector industrial. En el caso de las mujeres, únicamente el 10,5%.
Son originales: el 17,8% de las empresas creadas por mujeres son únicas en el mercado.
Son poco innovadoras: únicamente el 14,5% de las mujeres emprendedoras innova en productos o servicios, mientras que el 17,6% de los hombres lo hacen.
¿Cuáles son sus problemáticas?
De acuerdo con la Radiografía de la mujer emprendedora realizada por Sage, el 89% de las mujeres emprendedoras inician sus proyectos sin acudir a ayudas públicas. El 36,5% ha autofinanciado su proyecto, el 23% ha solicitado préstamos a sus conocidos y el 7% ha acudido a inversores privados.
Además de valorar la Ley de Emprendedores para la creación de proyectos, la mayoría considera necesario simplificar los procesos para adquirir financiación pública y mejorar los incentivos fiscales, por ejemplo, permitiendo que el pago del IVA se aplace hasta que la factura correspondiente haya sido cobrada.
El rincón de la mujer emprendedora
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