Sin embargo, el verdadero fracaso es dejar de intentar algo por el propio miedo a fracasar. Ya que el hecho de permitirnos cometer errores es la esencia misma para nuestro aprendizaje, en cualquier aspecto de la vida.
“Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender.”
En nuestros primeros meses de vida, no hacemos otra cosa más que intentar afrontar cada paso que damos, cayéndonos y levantándonos una y otra vez, probar, investigar y explorar todo lo que nos rodea.
No habríamos aprendido a andar si no tuviésemos el valor de afrontar cada una de nuestras caídas. Lo mismo nos pasa con cualquier aprendizaje significativo, hemos tenido que pasar por realizar un esfuerzo y un intento fracasado para incorporarlo a nuestro repertorio de aprendizajes.
Afrontando los baches de la vida
Los baches que se nos presentan a cada uno de nosotros en la vida poseen un gran valor, tanto para nuestro desarrollo personal, como para entender y adquirir el valor del esfuerzo.
Gracias a las dificultades que se nos van presentando, nos vamos curtiendo y adquiriendo nuevas habilidades que nos ayudan a afrontar cada uno de los retos con los que nos encontramos.
Estos obstáculos pueden ser pensamientos, miedos, circunstancias, etc. Lo importante es atender a estas dificultades, para reconocer por qué están ahí, qué papel juegan para nosotros y qué lección es la que podemos sacar.
“A veces para lograr el equilibrio hace falta aprender a pararse sobre las piedras del camino.”
Existe un valioso aprendizaje que podemos descubrir, si tomamos conciencia de qué tipo de cosas son las que evitamos, a las que no nos enfrentamos, las que descartamos de forma automática por creer que no podremos alcanzarlas.
Si nos vemos torpes ante una situación, de forma inconsciente, haremos lo posible para que no se produzca esa situación; aunque sea beneficiosa y anhelada, aunque sea la antesala para el inicio hacia nuestros sueños.
El triunfo es para quienes tienen el valor de intentarlo
Es muy sencillo y cómodo quedarse pensando que no podremos obtener aquello que deseamos, al verlo como algo muy lejano o al requerir de un gran esfuerzo. No intentarlo es el verdadero fracaso.
El rincón de la mujer emprendedora
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