El proceso de enamoramiento inicia con un sentimiento de simpatía por otra persona, lo que luego se convierte en atracción.
Durante esta etapa, idealizamos a la persona objeto de nuestra simpatía; la transformamos dándole cualidades casi divinas. Incluso tendemos a pensar que es y será la única persona que nos puede hacer felices; es entonces cuando decimos "nos flecharon".
Esta etapa anteriormente descrita es el inicio de lo que debe pasar a otra etapa en el proceso de evolución afectiva con el cual se obtiene un amor más maduro que implica el respeto, la independencia y la fidelidad.
Hay personas que durante este proceso, no logran superar la etapa inicial y se obsesionan por la persona o por la relación, dando como resultado la adicción.
Dentro de estos parámetros, podemos encontrar personas inseguras y dependientes. Se aferran a la relación o a la persona como si fuera su única salvación e incluso se llega a distorsionar el sentido de la realidad. Este tipo de adicción hace sufrir mucho a la persona que lo padece ya que manifiesta miedo al abandono, al rechazo y a la crítica de la persona amada.
Dentro de las características de estas personas podemos encontrar principalmente que:
· son posesivas
· celosas
· tienen manifestaciones de baja autoestima.
Este es el caso, muy común, de las personas que se encuentran sumergidas en una relación de maltrato o violencia intrafamiliar.
La adicción a las relaciones es un término que incluye a varios desórdenes adictivos tales como: Codependencia
· Adicción al amor o a los romances,
· Adicción a las relaciones disfuncionales,
· Adicción a una persona
Adicción al romance:
Sueñan con romance y pasión, con rituales cargados de fantasías, buscan la conquista para luego aburrirse y buscar otra (Ejemplo: el típico "Don Juan")
Adicción a una relación:
Son las personas que entran y salen de una relación a otra de forma repetitiva.
Adicción a una persona (Codependencia):
Puede ser un hijo, el amante o esposo, en la cual, la persona siente que no puede vivir sin la otra.
Todas estas adicciones impiden a las personas que las sufren, poder establecer intimidad sana, provocando una incapacidad para establecer y mantener relaciones constructivas con sus parejas.
Estos desórdenes, que muchas veces son confundidos con neurosis o con desórdenes de personalidad, son realmente adicciones que se manifiestan con síntomas característicos, tales como:
· Tendencia al control obsesivo en las relaciones
· Comportamiento obsesivo
· Inhabilidad de establecer límites saludables en las relaciones
· Dificultad para expresar necesidades y sentimientos
· Exposición a peligros en la búsqueda o mantenimiento de la relación
· Aislamiento
· Deterioro físico, mental y emocional.
Una de los signos mas tempranos y obvios es que la persona afectada se va aislando de sus relaciones habituales, a costa de una mayor demanda de atención hacia la relación adictiva.
Mujeres maltratadas:
Lo que hace que una mujer permanezca en una relación así, es porque ha establecido con su pareja una relación de dependencia en forma grave, que a pesar de los maltratos recibidos no puede vivir sin su victimario. Dichas mujeres, resisten el maltrato porque se creen fuertes y no están conscientes de que un cuadro con los síntomas descritos anteriormente, pueden llevarla a una enfermedad mental, física... y hasta la muerte.
Algunas características personales de una mujer adicta a una relación enfermiza son:
· Inmadurez emocional, falta de crecimiento personal con conductas de infantilismo.
· Dependencia emocional de sentirse cuidada y protegida.
· Egocentrismo, desea llamar la atención
· Incapacidad para amar, padece de esterilidad afectiva y compensa simulando que ama.
· Impulsividad, controles internos pobres, a veces reaccionan sin pensar y con agresividad.
· Angustia patológica existencial, pues le tienen miedo a todo.
· Soledad extrema, sienten necesidad de estar en compañía de personas que cree que tiene.
· Incapacidad para tolerar las frustraciones, reacciona con violencia, vive en una dicotomía entre sufrir y dejar de sufrir.
Por otra parte, el síndrome de abstinencia se presenta cuando se tienen conflictos con la pareja, el cual, utilizando los métodos misóginos para someter a las mujeres, tales como la indiferencia, las amenazas y todas aquellos abusos emocionales, producen síntomas físicos en ellas.
Los síntomas son los mismos que presentan los adictos a las drogas y al alcohol ante la falta de las drogas como: temblor intenso de las manos, taquicardia, nauseas, vómito, hiperactividad, sudoración de las manos, ansiedad, ánimo depresivo, dolor de cabeza, insomnio, alucinaciones, entre otros.
Debemos tomar en cuenta que, si estamos enmedio de una relación adictiva, se debe principalmente a dos factores:
· Tolerancia
· Capacidad del organismo para acostumbrarse al efecto físico y psíquico del tóxico, que es el maltrato que le da su marido, amante o pareja.
Las mujeres que toleran los abusos a que son sometidas, quedándose estancadas y esperando (inconscientemente) que un día acaben con sus vidas, aumentan la dosis del maltrato sistemáticamente.
Debe buscarse ayuda profesional cuanto antes, para superar la dependencia emocional y tratar la enfermedad de adicción a la relación de pareja que padecen.
Si no se actúa, jamás se permitirán ser personas tratadas con dignidad, respeto a su integridad física, emocional y psicológica, con capacidad de proteger su propia felicidad... y su misma vida.
El rincón de la mujer emprendedora
Redacción
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