Todos
en el bosque sabían que el invierno vendría largo y muy frío. La hormiga, muy
consciente de esto había trabajado durante todo el otoño acopiando arena y
ramitas para construir su nuevo y resistente hogar; así como juntado suficiente
alimento que le dure hasta la primavera.
Una
de las últimas tardes de otoño, apareció una cigarra muy cerca a la hormiga.
Esta rogaba por comida y descanso. Estaba débil y flaca. La hormiga con las
justas escuchó sus quejidos. Al darse cuenta, le dijo: “¿Qué pasa cigarra?
Estoy ocupada, solo he podido trabajar hoy 15 horas y no puedo perder más
tiempo porque el invierno está por venir”. La hormiga siguió transportando un
grano de trigo que pesaba el doble que ella. La cigarra seguía recostada en una
hoja seca.
La
cigarra otra vez insistió débilmente a la hormiga que le diera alguna sobra de
comida, cualquier cosa porque se moría de hambre. La hormiga se detuvo a
secarse el sudor que le caía de la frente y le preguntó a la cigarra: “¿Qué has
hecho durante todo el verano mientras mis compañeras hormigas y yo
trabajábamos?”. “¡Ah! ¡No! No creas que estuve de ociosa”, aseguró la cigarra.
“Estuve cantando todos los días. Muy ocupada”.
La
hormiga un tanto fastidiada, levantó otro grano de trigo y siguió su camino.
“¿Cantaste todo el verano? ¿Sabes qué puedes hacer ahora?”. La cigarra
esperanzada le dijo: “No… ¿qué?”. A lo que la hormiga le respondió mientras se
alejaba: “Puedes bailar todo el invierno”.
Reflexión
En
esta fábula hay muchas enseñanzas, empezando con el valor del trabajo y el
esfuerzo para lograr algo. La hormiga trabajó todo el otoño para lograr una
casa reforzada y alimento suficiente para no preocuparse luego. También podemos
aprender sobre la anticipación, si la hormiguita sabe que el invierno será un
tiempo de estar encerrado en su hogar, debe saber que tiene que acopiar todo el
alimento posible para que no le falte y no exponerse al clima que podría
matarla en el exterior por salir a última hora a buscar algo de comer. Otra
lección es saber equilibrar nuestro tiempo de trabajo y de ocio. No lleguemos a
ser como la cigarra que se la pasó toda la vida solo cantando bien relajada,
sin reconocer el valor del tiempo y las tareas importantes para la vida.
El rincón de la mujer
emprendedora
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