domingo, 9 de marzo de 2014

Filosofía zen.

Lée con atención y reflexiona sobre esta enseñanza.

Luego de 10 años de aprendizaje, el joven Zenno creía que ya tenía la capacidad de llegar a la categoría de maestro zen. Emocionado por esta posible situación, salió corriendo en un día lluvioso para visitar a su maestro, Nan-in.
Al ingresar a la casa de Nan-in, el maestro preguntó: “¿Has dejado tu paraguas y tus zapatos en la entrada?” A lo que Zenno respondió: “Por supuesto, maestro. Eso manda la buena educación.”


El maestro le dice: “Entonces dime, ¿pusiste el paraguas a la derecha o a la izquierda de tus zapatos?” A lo que Zenno respondió: “No tengo idea, maestro”
“El budismo zen es el arte de tener conciencia total sobre lo que hacemos, mi estimado Zenno”, dijo Nan-in. “La falta de atención a esos detalles que consideramos pequeños o insignificantes, pueden destruir la vida entera de una persona. Imagina a un padre que sale corriendo de la casa porque anda con el tiempo justo quien olvida un cuchillo en la mesa y este está al alcance de su pequeño hijo. O aquel samurai que no mira su espada todos los días. Terminaría encontrándola oxidada y ya no serviría cuando más la necesite. Imagina un joven que olvida llevarle flores a su amada, pronto terminará por perderla.”
Zenno entendió que a pesar que sabía mucho sobre la filosofía zen en el mundo espiritual, había olvidado aplicarlas su mundo más inmediato, en la tierra.

Reflexión
A veces andamos apresurados por la vida, cumpliendo con las actividades del día a día y perdemos esa capacidad de disfrutar, percibir, sentir y ser testigos de cosas asombrosas. Perdemos parcialmente la conciencia de nuestros actos y tenemos que revertir esta situación.  Tómate un tiempo para darte cuenta qué es lo que estás haciendo realmente, corrige los comportamientos y sé dueño de tus propios actos. Piensa que aquello que haces ahora, puede cambiar tu vida por completo. Antes de tomar una decisión sobre algo, proyecta eso al futuro y anticipa las acciones como un buen líder.
Zenno también nos ayuda a reconocer que nuestro nivel espiritual debe ir a la par de nuestro nivel físico. Para un emprendedor esto se traduciría como que sabemos mucho pero aplicamos poco. Esas cosas que aprendimos en las clases, capacitaciones y talleres, que no se queden a un nivel teórico, sino que apliquemos directamente a lo que hacemos, a poner en marcha nuestro negocio, al trabajar y desarrollar nuevos proyectos, etc.
¿Dónde dejaste tu paraguas? ¿Lo recuerdas? Seamos un poco más detallistas y asimilemos y apliquemos aquellas cosas importantes para nuestra vida.


El rincón de la mujer emprendedora

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