Crear tu empresa, ser tu propia jefa, lanzarse en el mundo de los negocios, son cosas tentadoras para muchas personas. Aunque emprender puede ser un sueño, para tener éxito hay que tener los pies en la tierra. Las emprendedoras a menudo se hacen ilusiones que pueden ser fatales.
1.- Por fin realicé mi sueño.
A menos que tu sueño sea crear una empresa, el simple hecho de haber lanzado tu negocio no significa que ya hayas realizado tu sueño. Una cosa es crear y otra es prosperar. Muchas emprendedoras que lanzan su empresa piensan que lo más difícil ya está hecho, no es así, sobre todo si se considera el porcentaje de personas que lograron lanzar su empresa, pero que no llegaron a celebrar su primer aniversario. Lanzar tu empresa es una etapa, pero para perdurar en el tiempo, lo más importante es brillar, destacarse, desarrollarse y conquistar el mundo.
2.- Ahora que soy mi propia jefa, ya no dependo de nadie.
Cuando te vuelves emprendedora, ganas la autonomía de tus decisiones así como la responsabilidad de tus resultados. Pensar que ya no dependes de nadie, es una ilusión. Como emprendedora, serás libre en tus elecciones, pero la eficacia de ellas depende de varios factores, externos en la mayoría de casos. Dependerás de tus colaboradores aunque puedas influenciarlos considerablemente. Dependerás también de las entidades financieras a las cuales tendrás que convencer con la calidad de tu proyecto. Una emprendedora que piensa que no depende del sistema bancario o del mercado financiero, se hace ilusiones. El mundo de los negocios está hecho de interdependencias.
3.- Ahora, soy libre de hacer lo que quiero.
Recuerda que eres libre de tomar las decisiones que quieras pero que tendrás que asumir las consecuencias. A menudo, las emprendedoras constatan que la libertad es un peso. La mayoría de las emprendedoras principiantes piensan que pueden hacer todo lo que quieran y se dan cuenta demasiado tarde que ser emprendedora significa asumir la responsabilidad de sus resultados al 100%.
Para no cometer estos errores, lo mejor es preparase al máximo antes de lanzar tu proyecto. Hay cosas que no se aprenden en la escuela, pero puedes leer libros de emprendedores y expertos, pedir consejos y capacitarte. Recuerda que todos los errores que puedas cometer en la vida han sido cometidos ya con anterioridad por quienes te precedieron, así que no necesitas cometerlos de nuevo. Si puedes aprender a no fracasar, sin duda tendrás éxito.
El rincón de la mujer emprendedora
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