De alguna forma, todos hemos nacido con ciertos talentos, pero por varias razones no los desarrollamos. En esta fábula podemos reflexionar que el desarrollo de tales talentos depende algunas veces del lugar donde nos encontremos.
Una tarde, bajo un calor insoportable, una madre camello y su cachorro estaban descansando bajo la sombra de un árbol. De pronto, el bebé camello le pregunta:
– Madre; ¿ puedo preguntarte algunas cosas?
¡Claro que sí!, qué es lo que deseas preguntarme o hay algo que te molesta?
– ¿Por qué los camellos tenemos joroba?
Mira hijo, nosotros somos animales del desierto, y necesitamos la joroba para guardar agua y poder sobrevivir por mucho, pero por mucho tiempo.
– ¿Bien, ¿puedo seguir preguntando?
Claro hijo puedes seguir preguntando.
¿Por qué tenemos unas piernas muy largas y nuestras patas son redondas?
Obviamente las tenemos para que se adapten al andar en el desierto, con estas piernas nos movemos mejor que nadie.
– ¡ Y por qué tenemos nuestras pestañas tan grandes? Esto a veces me molesta en mi vista.
Aquellas pestañas largas y gruesas son una tapa protectora. Ellos ayudan a proteger tus ojos de la arena del desierto y el viento.
– Ya entiendo mamá. Si tenemos la joroba para almacenar el agua cuando estamos en el desierto, las piernas son para andar por el desierto mejor que nadie y estas pestañas protegen mis ojitos en el desierto… Entonces, ¡qué demonios estamos haciendo aquí en el maldito zoológico!
Moraleja para reflexionar
Todas nuestras tareas y actividades será muy fácil de realizar si nos encontramos en el lugar indicado. Y es que la comodidad nos lleva a la mediocridad, pues al estar siempre en el mismo escenario y sin atreverse hacer algo diferente puede ser que uno se convierta en un esclavo del tiempo, donde los segundos, minutos y horas …¡ serán una eternidad!
Así que de nada sirve tener varias habilidades, capacidades, conocimientos y experiencias, si uno no se encuentra en el lugar correcto y bajo el ambiente correcto. Y si se ha terminado una carrera, una Maestría o un Doctorado, pero si aún uno se encuentra en tu propio “zoológico”, ¿ de qué vale todo ese esfuerzo?
Así que, ¿en dónde estas ahora?
El rincón de la mujer emprendedora
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