¿Qué me pasa? Siento que estoy incómoda, hay algo que no marcha bien, puedo estar nerviosa, inquieta, con una sensación rara, o con ganas de llorar sin motivo aparente. Quizás me duele la cabeza, siento que estoy tensa, aprieto la mandíbula muy a menudo o tengo dolores de barriga y digestiones pesadas. Todos estos síntomas pueden ser debidos a que estoy desconectada de mis emociones y no me doy cuenta. ¿Qué pasa si me desconecto de mis emociones o si directamente no sé reconocerlas, ni ponerles nombre?
La desconexión emocional
Cuando nos desconectamos de lo que estamos sintiendo la mayoría de las veces no nos damos cuenta. En el proceso de sentir las emociones hay varios pasos, si estoy desconectado, el ciclo se interrumpe y se bloquea y es en ese momento donde aparecen los mecanismos neuróticos de cada persona. Si directamente ni notamos la sensación, estamos en la represión, y por tanto no sabemos cuál es la sensación que tenemos. Otra opción es que puedo notar la sensación, pero no me la dejo sentir y me la censuro. La tercera alternativa, es, noto la sensación, me la dejo sentir, pero no le puedo poner nombre, entonces estamos ante el desconocimiento del nombre de la emoción. A pesar que muchas personas reconocen la sensación y la emoción, no permiten su expresión, y entonces provocan un bloqueo y una acumulación de emociones en su cuerpo. Y por último a pesar de que muchas personas pueden realizar todo el ciclo, al final se quedan enganchados en la emoción y no la sueltan, y esta manera de proceder es otra forma de estar desconectados de la emoción.
PASOS PARA RECONOCER UNA EMOCIÓN
1.La Sensación Corporal
2. Dejarme sentir la sensación corporal
3. Identificar qué emoción es
4. Permitir su expresión
5. Dejar que pase
SI ESTOY DESCONECTADO HAY....
Represión
Censura
Desconocimiento
Bloqueo y acumulación
Enganche con la emoción
Darme cuenta de mi zona interior
A menudo hay personas que sienten cansancio y agotamiento, a pesar de que no hayan hecho gran cosa durante el día. Estas personas, tienen poca capacidad de ponerse en contacto consigo mismas, y de darse cuenta de qué les pasa en su interior, si están tensas, si están contrayendo los músculos, si están tristes, o si están enfadados. Si tomamos consciencia de nuestras tensiones, y de nuestras sensaciones, en qué lugar se producen podemos ponernos en contacto con esas zonas e irlas aflojando poco a poco. Mucha gente ha perdido la capacidad de darse cuenta de lo que está sintiendo y de cuáles son sus necesidades más auténticas y verdaderas. Confundimos muchas veces deseos con necesidades, confundimos ser con tener, o ser con aparentar. Ponernos en contacto con uno mismo y y darnos cuenta de lo que realmente sentimos y deseamos es el primer paso para integrar nuestras emociones. Para ponernos en contacto con nosotros mismos es importante hacernos estas preguntas:
- ¿Qué estoy sintiendo?
-¿Dónde lo estoy sintiendo?
-¿Cómo lo estoy sintiendo?
Por tanto, conectar con nuestras emociones significa:
Reconocer la emoción en mi cuerpo en mí cuerpo + dejármela sentir (no censurar cuando la noto) + permitir su expresión (dar espacios para hablar de lo que pasa, poder estar en compañía, no censurar cuando la veo) + dejar que pase (si he seguido el circuito podrá pasar y no quedarse en la mochila y salir por otro lado). Recordar que las emociones no son fijas, sino que las podemos dejar ir, y pasar a otra emoción si las logramos gestionar bien.
El darse cuenta interior está en función de la manera de sentir y de mi experiencia en el aquí y ahora. Y es ajeno a mi juicio o al juicio de los demás. El hecho que yo juzgue mis sentimientos no los hará cambiar, sino que los empeorará. Solo cambiaran en la medida que los deje fluir libremente dentro de mí, es así como la postura de mi cuerpo también puede ir cambiando y se puede ir relajando.
Hay personas que les cuesta hacer todo esto solas y es por eso que necesitan ir a terapia para aprender más de su zona interior, de qué emociones están bloqueando y de qué manera se están desconectando, para entonces volver a recuperar esas emociones desconectadas y en definitiva recuperarse a uno mismo a base de un mayor conocimiento interior.
El rincón de la mujer emprendedora
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