viernes, 20 de marzo de 2015

Pequeños negocios: Así lo hizo Sara Rotman.

Sus consejos para emprendedoras.

Después de muchos años trabajando para empresas de publicidad y tras haber tenido una carrera profesional de éxito ganando dinero para otras personas, en 1996, decidió que había llegado el momento de instalar su propio negocio, My Own Damn Company, una rentable compañía que comenzó con 0 dólares y que ya factura 90 millones de dólares anuales.


Los motivos que llevaron a esta emprendedora a iniciar su propia empresa los describe perfectamente: No me importa trabajar 1.000 horas a la semana, pero no me gusta sufrir las reglas que me imponen otras personas. Además, en aquella época tenía la creencia de que con mi experiencia y mi visión, podría hacerlo mejor que la gente para la que había estado trabajando. Así que me lancé"

¿Cómo fueron los comienzos de Sara Rotman?

Sara dice que comenzó su empresa en la sala de estar de su casa, pues no tenía dinero ni conseguía financiación para su idea, por lo que con la vista puesta en su proyecto decidió salir a buscar financiación con su propia fuerza laboral. Dice haber trabajado hasta 90 horas a la semana como directora creativa en una tienda mientras le daba forma a su proyecto.

Trabajó día y noche hasta que tuvo el suficiente flujo de caja de ahorro para cubrir algunos meses de alquiler. Los comienzos fueron duros, ya que cuando fundó oficialmente su empresa en 1996, los ingresos tardaron en llegar y Sara asegura haber llevado una dieta basada en únicamente espaguetis durante algún tiempo. Ella ya contó con esta situación. Sabía que no le sería fácil para despegar.

17 años después, su empresa cuenta con clientes de la talla de Carolina Herrera y Vera Wang, con una facturación millonaria y ascendente.

¿Qué motivaba a Sara durante sus duros inicios?

La mayor motivación de esta emprendedora era el saber que con su propio negocio, tanto las victorias como los fracasos serían suyos. No había intermediarios, ni jefes llevándose los méritos ni empleados culpándote de los desastres, y es la oportunidad de aplicar en tu propia empresa todo aquello que no te ha gustado en las empresas por las que has pasado anteriormente.

En anteriores empresas había políticas como no intimar con los clientes. Sara está orgullosa actualmente de que 9 de cada 10 clientes son amigos suyos, aunque más bien ella dice que 9 de cada 10 amigos con los que suele comer y cenar son clientes.

Sara dice que durante ese tiempo de duro trabajo y difíciles comienzos, el simple hecho de esforzarse por su propia creación, hacía que el esfuerzo mereciera la pena, pues eso de que otros se beneficiaran de su talento, estaba acabando con su estado anímico. Sencillamente tenía que hacerlo para sentirse completa.

¿Cuál es el mejor consejo que ha recibido Sara Rotman?

El primer gran consejo para emprendedores, dice que lo recibió de su primer contable cuando estaban hablando del lanzamiento de su empresa. Cuando estaban hablando del plan de negocio y del dinero que necesitaría para comenzar, su contable le dijo:

"Comienza con el dinero en efectivo que necesites para sobrevivir. Nunca tanto como para que te acomodes. Es muy importante estar asustado al principio, pues eso nos motiva a continuar".

La comodidad es el enemigo del emprendedor. Lo es en los inicios y es lo que te derriba una vez alcanzas el éxito en los negocios. "Hay que estar siempre hambriento, pues el hambre te empuja a sobrevivir, crecer y te ayuda a evolucionar".

Fuente. Forbes

El rincón de la mujer emprendedora

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