¿Qué
opináis? ¿Estáis de acuerdo con este estudio?
Aunque haya
habido grandes avances, la prometida igualdad entre hombres y mujeres
sigue siendo una quimera en la mayor parte de las profesiones. En las
sociedades occidentales la mujer ha conseguido equipararse al hombre en
términos legales y culturales, pero aún sigue habiendo enormes diferencias el
ámbito laboral y económico.
En los últimos
cincuenta años, el feminismo ha presionado mucho para que hombres y mujeres
tengan las mismas oportunidades y las mismas retribuciones en su puesto de
trabajo. Gracias a esta presión, la brecha entre hombres y mujeres ha
disminuido, pero sólo para algunas privilegiadas. Según un estudio que acaba de
presentar el Instituto para la
Investigación de Políticas Públicas de Reino Unido (IPPR), un think tank británico de tendencia
progresista, la igualdad está
avanzando sólo entre los profesionales de mayor nivel, pero no entre los trabajadores de
menor cualificación.
Según pone de
manifiesto el estudio británico, las diferencias entre mujeres de distinta
cualificación laboral son significativamente mayores que las que existen entre
hombres. Las mujeres con un título universitario que nacieron en 1958
ganan casi tres veces más (198%) que las mujeres con un trabajo no
universitario de ese mismo año. La diferencia salarial entre los hombres del
mismo año, y misma cualificación profesional, es de menos de la mitad: un 45%.
Feminismo de élite
Para Dalia Ben-Galim, directora asociada del instituto que ha elaborado
el estudio, podemos sacar una conclusión clara de estos datos: “El feminismo se ha centrado en las mujeres de alta cualificación, y ha
dejado de lado al resto de mujeres”.En su opinión, los avances de las
mujeres de la cúspide han ocultado la desigualdad presente en los estratos
inferiores.
Durante un
tiempo, explica Ben-Galim en la presentación del estudio, las políticas de igualdad se han preocupado sólo por romper el “techo de
cristal”, la limitación invisible de las carreras profesionales de las
mujeres, y sus esfuerzos han ido encaminados a promover la presencia de éstas
en los consejos directivos de las grandes empresas. Mientras, el feminismo ha
fracasado a la hora de promover la conciliación familiar y la igualdad de
oportunidades.
Para Ben-Galim
el enfoque de las políticas de igualdad no podía estar más equivocado: “El
género sigue teniendo un fuerte impacto sobre las perspectivas salariales de
las mujeres, pero la clase
social, la educación y el entorno profesional tienen más peso a la hora de marcar su evolución
profesional”.
La maternidad: el factor clave
El estudio
británico revela que la maternidad sigue siendo el factor más
importante para determinar la evolución profesional de las mujeres. Los
datos no dejan lugar a dudas: las mujeres que tienen hijos antes tienen una
carrera laboral menos exitosa. Entre los hombres ocurre todo lo contrario, los
padres de familia ganan más que sus compañeros sin hijos.
El IPPR ha
pedido a las autoridades británicas que promuevan medidas para que los permisos
de paternidad sean más progresivos, las guarderías sean más baratas y
accesibles y se ofrezcan mejores trabajos a tiempo-parcial.
Fuente: El
confidencial
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