viernes, 20 de noviembre de 2015

Evita que la crítica y el rechazo afecten tu camino hacia el éxito.

¿Cómo debemos afrontar las críticas?, aquí tienes algunos consejos

La crítica y el rechazo son elementos siempre presentes a lo largo del camino de una emprendedora, de una artista, innovadora, creadora y toda aquella que tome una ruta siempre distinta a la que las mayorías recorren. Las ideas irreverentes, nuevas; suelen recibir multitud de efusivas críticas, que intentan extinguirlas, arrancarlas de raíz. Grandes personajes de la historia han logrado triunfar a pesar de haber recibido constantes juzgamientos durante el inicio y transcurso de su camino.



A continuación sugeriremos algunos consejos que permitirán a la lectora, a la emprendedora, hacerle frente a esas críticas y continuar el difícil camino al éxito:

No huyas a la crítica: 
Si huyes a la crítica lo único que expresarás, será miedo a la misma. Escúchala, seguro que oyendo a quienes ven las cosas desde otra perspectiva, ampliará la tuya y crecerá; si percibes envidia dentro de las palabras de quien te juzga, no te dejes afectar por ella, extrae lo bueno y desecha lo malo.

No dejes de intentarlo: 
En el momento que tú dejes de intentarlo sencillamente fracasarás, mientras continúes persistente y dentro del juego, tendrás la oportunidad de triunfar.

No te desvíes de tu objetivo: 
Jamás apartes la vista de tu meta, pues puede tomar una ruta equivocada, quizá más larga, quizá más compleja o sencillamente llegará el momento en que re veas perdida y todo será más difícil.

Cree en TÍ: 
Eso te permitirá ser segura, y la seguridad es un elemento esencial para actuar bien, para convencer. Haciendo las cosas bien y convenciendo, llegarás hasta donde te hayas propuesto.

Sé auto-analítica: 
No olvides jamás hacer uso de la auto-reflexión, de la auto-crítica. Procura ser sincera contigo misma, ello te ayudará a mejorar con el paso de los días.

Recuerda que cada día es una oportunidad para ser alguien mejor: 
No te detengas ante el error y no olvides que cada día es una oportunidad para intentarlo de nuevo, hacerlo mejor y no cometer los mismos errores.

Teniendo en cuenta estas recomendaciones que tu ya debes conocer, te será más sencillo el llevar la vida de creativa, innovadora, irreverente y las críticas y rechazos te afectarán en menor medida. Ten en cuenta que ningún personaje cuyo nombre reposa en los libros de historia: Empresarias, líderes políticas, pensadoras, inventoras, artistas, escritoras, deportistas, etc; lo ha tenido fácil, todos tienen una característica en común, y es que siguieron siempre adelante a pesar de lo difícil de sus circunstancias.

El rincón de la mujer emprendedora

miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿QUÉ TRANSMITE EL COLOR DE TU LOGO SOBRE TU NEGOCIO?

Nada en un negocio emprendedor se deja al azar. La imagen corporativa de tu marca, a tono con tu logo, es un elemento básico de los valores que quieres transmitir con el producto o servicio que comercializas. A veces el color que tiene nuestro logo es más importante que el propio logo. Sólo hay que pensar en el rojo de Coca Cola o en el arco iris de Google. Nosotros somos unos principiantes en esto del marketing pero sí creemos que el color que elijamos para revestir nuestro proyecto es uno de los elementos a tener en cuenta a la hora de poner en marcha un negocio. Hemos recopilado los significados que se asocian a cada color de la paleta básica y os los describimos en este post para que elijáis el que más os guste. 


Rojo

Este elemento se asocia comercialmente con la intensidad y el fuego.
Con él transmites actividad, emoción, pasión, confianza, intensidad y agresividad.

Azul

Se asocia comercialmente con la profundidad y con la estabilidad.
Con él transmites sensaciones de confort, certeza, comprensión, claridad, seguridad, calma y confianza.


Amarillo

Se asocia tradicionalmente con la energía y con la alegría.
Con él transmitirás la sensación de alegría, ánimo, energía y frescura.

Verde

Se asocia con la armonía de la naturaleza.
Lo que se siente es calma, relax, confianza, paz y esperanza.

Morado

Se asocia con el lujo y la distinción.
Lo que se siente: glamour, poder, nostalgia, romanticismo e introspección.

Naranja

Se asocia con la belleza y la creatividad.
Lo que se siente con este color es entusiasmo, creatividad y decisión.

Negro

Se asocia con formalidad y el misterio.
Lo que se siente: valentía, audacia, seriedad y glamour.


Rosa

Se asocia con los rasgos femeninos.
Lo que se siente es amor, dulzura, amabilidad, sexualidad y educación.

Marrón

Se asocia con los rasgos de la naturaleza.
Lo que se siente: apoyo, fiabilidad y la confiabilidad

El rincón de la mujer emprendedora

lunes, 16 de noviembre de 2015

3 maneras de invertir en ti misma mientras cambias el mundo

Durante el último cuarto de siglo, en Echoing Green han aprendido lo que distingue a las personas que buscan soluciones frente aquellas que simplemente se preocupan por un problema social. Los que buscan soluciones poseen un fuerte compromiso tanto por mejorar el mundo como por mejorarse a sí mismos.


En el programa de emprendimiento de Echoing Green’s se han identificado tres maneras en las que los emprendedores sociales han aprovechan su interés por estar bien ellos mismos, para ser mejores defensores de los demás. Cualquier persona que quiera crear un impacto social puede seguir sus ejemplos:

1) Céntrate en aquello que te importa. 

Investigaciones han demostrado que es más probable que las personas que trabajan en aquello que les apasiona continúen haciéndolo incluso en los momentos más difíciles. Además de ello, se ha demostrado que son mucho más innovadores que el resto. Un ejemplo es el caso de Serita Cox, participante del programa y quien tras su experiencia personal de haber vivido en hogares de paso, ha desarrollado programas innovadores que buscan apoyar a más de cuatro millones de niños adoptivos. Ella les ofrece recursos para que puedan convertirse en individuos exitosos e independientes tal como ella hubiera querido que la ayudaran cuando era pequeña. Este es un ejemplo de cómo podemos usar nuestra pasión como una forma de curarnos a nosotros mismos al tiempo que ayudamos a otros.

2) Utiliza tus talentos. 

Si utilizamos nuestros talentos propios generamos un compromiso mucho más grande por nuestra causa. Esto es precisamente lo que se impulsa en el programa. Por ejemplo, Clive Stafford Smith, un abogado de éxito está utilizando sus habilidades para efectuar un cambio en la Bahía de Guantánamo. Su energía, compromiso y habilidades están generando muy buenos resultados.

3) Pon atención a tus propias necesidades. 

Se puede ayudar y aún así cuidar de ti mismo, si no lo haces, muy difícilmente tendrás la energía para cuidar de otros. Así que en tus labores altruistas, asegúrate de tomar tiempo para ti, esto incluye hacer aquellas cosas que te satisfacen también como persona. Por ejemplo, Amaha Kassa, participante del programa, creó una organización que tiene como objetivo mejorar las vidas de los africanos en Estados Unidos y en África. Su trabajo está muy centrado en dar a los demás pero al mismo tiempo se da la flexibilidad de tomar tiempo para sí mismo. Por ejemplo, ha comenzado a dar prioridad a sus actividades favoritas. Amaha lo pone de esta manera: “compara tu trabajo con crear música, y piensa en ti mismo como el instrumento. Si está dañado y no cuidas de el, vas a limitar la calidad del sonido y el impacto que puede tener en los demás “.

Piensa en grande: No tienes que ser un emprendedor social para invertir en ti mismo y en los demás al mismo tiempo. Piensa en las veces en las que has sentido que te preocupas por otros así como por ti y en lo que puedes hacer en el futuro para convertirte en la mejor versión de ti mismo. Si lo haces, estarás yendo por el camino adecuado.

El rincón de la mujer emprendedora

viernes, 13 de noviembre de 2015

Cuando dejas de esperar tu vida cambia

Me gusta actuar de forma sencilla ante la vida, ante mi vida. Una de mis tareas diarias desde hace ya algunos días consiste en pretender liberar la conciencia de mis ilusiones o promesas eternas y lo que su sentir y existencia en mi vida pueden generar. Me di cuenta que empleaba una elevada gran cantidad de energía a la hora de “verme” en la situación futura que deseaba. Me concentraba demasiado en el mañana.


Tomé entonces la decisión de dejar de vivir esperando y no esperar algo de mi. En cuanto tomas esta decisión tu corazón respira aliviado y tu alma comienza a vivir verdaderamente. En general, nos centramos en el cómo tenemos que vivir, sin darnos cuenta que solo por eso nos condicionamos y en realidad no vivimos. Encarcelamos nuestra alma y la robotizamos.

Así, un día decidí detener los pensamientos acerca de mi persona, de lo que yo misma esperaba de mí, de todas mis ilusiones. Decidí dejar de crear expectativas y vivir en ellas continuamente, de manera constante… Para centrarme en lo que sucedía a cada momento y poder disfrutarlo, en lugar de estar esperando.

“Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.”

Deja de esperar algo de los demás

Decidí por lo tanto, dejar de esperar algo de los demás. Pues que las personas de tu alrededor te valoren, que tu pareja te entienda, que tú misma te entiendas y que los demás confíen en ti, en tu potencial y en tu saber hacer… no siempre es tarea fácil. Aprendí que lo más importante es que yo crea en mí y que si hago algo no es para esperar nada a cambio, sino porque realmente me apetece. 

No esperes el dinero en tu día a día

Antes me concentraba en cantidades elevadas de dinero como consecuencia a grandes oportunidades de trabajo que esperaba con mucha ilusión. Me di cuenta que cuanto más anhelaba lo material, menos me lo concedía la vida y menos aún avanzaba hacia ese estado. Entonces acepté de buen grado lo que ya tenía y que no necesitaba más para sentirme bien conmigo misma o ser feliz.

Me dí cuenta que no estaba disfrutando ni saboreando lo que en esos momentos tenía, porque lo único en lo que me focalizaba era en el futuro, en cuando tuviese más y ganase más… realmente perdía el tiempo más importante, el instante presente.

Deja de esperar que todo sea perfecto

¿Para qué esperar que todo sea perfecto? En realidad, pensando así me di cuenta que no estaba sintiendo mi verdadera paz interior. Aquella que todos nosotros tenemos alojada en nuestra alma y corazón por nacimiento. Nuestra esencia y regalo como seres humanos que somos, únicos y extraordinarios.

Cuando dejas de esperar que todo sea perfecto, dejas de depender del entorno para sacar a la luz tu verdadero poder, la serenidad y tu equilibrio interior. Lo que nada ni nadie podrá alterar jamás… La perfección no existe, yo me cansé de ir en su busca.
No pienses en el día de mañana

Cuando nos sucede esa forma de percibir la realidad es porque tenemos miedo de no poder superar aquello que tememos y puede que suceda. Entonces comencé a plantearme la idea de decirme a mi misma que “pasará lo que tenga que pasar, y todo para algo excepcional”.

Todos tenemos planes. Yo misma tengo metas increíbles, pero cuando valoras tu vida bajo este lema percibes en realidad las grandes oportunidades que ésta tiene para darte. Y tus planes se convierten en poco en comparación.

Hay algo que ahora me llevo y es que las expectativas detienen la energía y nos enfocan en realidad en tan solo un par de caminos u opciones. Estas posibilidades además, suelen ya estar en tu mente. Tu energía se bloquea entonces pensando únicamente el“cómo” en lugar del “para qué.”

Siempre estaba esperando algo. Mi mente creaba una cadena de eventos que yo quería que pasaran en mi vida, y por lo tanto mi cabeza siempre estaba trabajando bajo presión para seguir cumpliendo con mis expectativas y no olvidarme de nada. Mi cuerpo estaba siempre en completo funcionamiento preguntándome qué tenia que suceder y que cosas podía llevar a cabo para conseguir aquello que ansiaba.

El rincón de la mujer emprendedora

miércoles, 11 de noviembre de 2015

¿Podemos evitar que los cometas TÚ?

Los errores más frecuentes que cometen los emprendedores

El mundo del emprendimiento puede llegar a ser muy emocionante para muchas. Después de todo, nadie enseña, al menos como tal, la forma correcta de emprender. Es algo que vas aprendiendo en el camino, con tus victorias y derrotas.
Esta es una lista de algunos de los errores más frecuentes y los malos hábitos que muchos emprendedoras pueden tener en el día a día:

1. Eligen sólo algo que les gusta
El hecho de que nos gusten las tortas, no indica que debamos de abrir un negocio de tortas. Existen otros muchos factores a considerar, como el conocimiento de la industria, proveedores y locales comerciales, entre otras cosas. ¿Realmente serías buena vendiendo tortas? ¿O sólo tienes buen gusto por ellas?


2. Eligen algo que no les gusta
Emprender puede significar dedicarte más de 60 horas semanalmente a ello. Esto es así, al menos cuando se inicia el negocio. ¿Estás dispuesta a emprender pasando horas y mas de horas en algo que no te gusta?
No importa cuán rentable sea una idea si no es algo que realmente vas disfrutar llevándola a cabo o no te gusta.

3. Apuestan en pequeño
Por todos los medios buscar apostar en grande. Incluso si el negocio no funciona, tú aprenderás y la próxima vez será mejor.

4. Se pasan todo el tiempo en busca de dinero (pequeños negocios)
Su mayor preocupación es el dinero y no se enfocan en su producto o servicio.
Puedes obtener un préstamo, pedir prestado dinero a alguien de tu familia, conseguir una inversión de un amigo o desarrollar un segundo trabajo hasta que puedas permitirte el lujo de empezar. O una combinación de todos ellos.

5. Se pasan todo el tiempo en busca de dinero (emprendimientos tecnológicos)
Desde una perspectiva de Startups, muchas empresas se han vuelto recaudadoras profesionales de fondos. La meta de estos emprendedores es no tener una empresa de éxito, sino por el contrario, sólo buscan seguir levantando una nueva ronda de financiación, para que puedan seguir pagando sus propios salarios.

6. Son incultos
Mark Zuckerberg y Steve Jobs abandonaron la universidad, es cierto, pero esos son casos de uno en 3.5 billones de personas. Si estás apostando a que vas a ser la próxima Zucker Jobs, puedes estar muy equivocada.

7. No pueden tomar un “tal vez” como respuesta
Para muchas emprendedoras, un “tal vez” es una respuesta para nada aceptable. Si alguien sabe más de lo que nosotros sabemos y nos proporciona una retroalimentación, considéralo.

8. Son arrogantes
Piensan que lo tienen todo bajo control y que no tienen competencia. Todo el mundo tiene competencia. Si piensas que no lo tienes, significa que no has hecho una buena investigación.

9. Piensan que sus ideas son especiales
La originalidad de una idea no es relevante para el éxito de una empresa. Una “idea” por sí sola vale absolutamente nada. Cuando realmente tomamos acción, y empezamos una empresa, entonces comenzamos a tener algo.

No cometas estos errores. Desarrolla tus habilidades, minimiza tus defectos, persigue tu sueño con pasión y da lo mejor de ti misma.

El rincón de la mujer emprendedora

lunes, 9 de noviembre de 2015

Una mujer medicina es la que mira la vida con amor y bondad

Toda mujer amor es una mujer medicina. Una mujer que se llena de fuerza, que alimenta de bondad a quienes le rodean, que mira con los ojos serenos de la vida, que se sincera con su identidad, que sana con un beso.


Una mujer medicina es aquella que llena de energía, que infunde y transmite cariño, que abraza al amor con amor, que eleva sus secretos, que profundiza, que es generosa, que conoce el perdón, que vive en gracia, que enseña a saber.
Una mujer medicina es humana, compasiva, sabedora de su poder, de su inspiración, de su permanencia, de su caos y su orden, defensora de su vida, de sus necesidades, de sus sueños y de la cesta de sus olvidos.

El don de ser una mujer medicina

Por esto una mujer medicina es aquella que si pasa, se queda. Es aquella que cuelga siempre del corazón, que pisa fuerte, que es consciente de lo que ocurre a su alrededor, que resulta determinante.

No conoce la perfección ni la imperfección, simplemente ES. Y con esa potencia ayuda a los demás a SER. Esto requiere de un llamamiento, de una pelea con sus juicios, de un conflicto con el entorno.

Porque ser mujer amor no siempre es fácil, hay mucho que pelear. Hay que pelear contra todo aquello que no permite sentir lo que cada momento transmite, que intenta manejar nuestros derechos, que intenta someter nuestros sueños, que menosprecia nuestras necesidades. 

Así, ser mujer medicina también es decir basta, no permitir la esclavitud, ser una misma, no necesitar, pero amar sin medida y por encima de cualquier posibilidad. Y ahí nos encontramos con la balanza que hipnotiza el equilibrio emocional de la mujer.
La fortaleza del amor de una mujer

No hay nada tan fuerte como el amor de una mujer que pone su empeño en su bienestar, que se acepta a sí misma, que comprende su presente y tiene en cuenta su pasado.
A través de sus experiencias y de su conocimiento la mujer medicina comparte la profundidad del tiempo, la trascendencia de los anhelos y la importancia de amontonar los sueños cumplidos.

Toda mujer tiene dentro del alma una guerrera que le palpita, que le da luz, que le brinda esperanzas, fuerzas y armas para luchar. Es esa guerrera interior la que le ha curado sus heridas, la que ha sanado traiciones, desengaños y rechazos.

Y esa luz es la misma que le hace madurar, volverse sabrosa, explotar su inteligencia, saber manejarse, equilibrar su intuición y su razón, hacer bello el arte de la vida y de la lucha ante las adversidades.

El corazón de la mujer, un océano de misterios

El corazón de la mujer amor es un océano de misterios repleto de peces que brillan cuando está oscuro, lo cual lo hace tan extraño como mágico. El corazón de la mujer medicina es algo que conecta la profundidad de mil misterios.

Es un corazón que palpita por sí mismo, que se deshace en bondad, en respeto, en seguridad, en fuerza, en inteligencia y en cariño. Estos son los principios que sostienen el edificio de la mujer medicina, la que mira su vida de manera generosa, la que no se atrapa.
Esto hace que los actos se conecten y equilibren con el sentir y el pensar, que la mujer sea consciente de sí misma, de lo que es, de lo ha sido y de lo que es capaz de ser. Porque la mejor cura es la aceptación…

La mujer medicina es aquella que está vestida de fuerza y dignidad, de llaves que abren puertas de cuento, de maquillaje de realidad con matices de de viveza, de una colección de motivos, de razones a las que aferrarse…

La mejor medicina para el alma es la dulzura de otro ser humano, la amabilidad y la sensibilidad de quien escucha, de quien se trata a sí mismo con respeto y valora a los demás como un tesoro. Eso es lo que define a la mujer amor, la mujer medicina.

El rincón de la mujer emprendedora

jueves, 5 de noviembre de 2015

Hay que dejar ir a quien nunca ha estado

No hace falta irse para no estar. Hay muchas maneras de ser impuntual e incluso de no presentarse en la vida de alguien. La ausencia en la vida de quien que te quiere es algo que se elige.


Entonces debemos plantearnos aquello de dejar de buscar excusas para quedarnos y decir adiós. Pero un ADIÓS de esos que se visten con tilde y mayúsculas, y así cierran todos los huecos por los que se pudiera volver a entrar. A cal y canto.
O sea, que igual en vez de dejar ir lo que debemos aprender es a marcharnos nosotros cuando vivimos en una situación que nos desgasta y no tiene solución.

Cuando eres capaz de desligarte de algo que te ha aprisionado durante mucho tiempo consigues aclarar tu mente y deshacerte de las ausencias que no comprendías y mantenían tu vida pendiente de un hilo.
Crecer es aprender a decir adiós

Conseguir decir adiós a quien nunca ha estado significa no retroceder, separar lo que nos enriquece de lo que nos desgasta, cuidar nuestra propia valía y dejar de arrastrarnos suplicando migajas de un amor que solo existe en nuestra mente.

Cuando no hay reciprocidad o la balanza se inclina hacia el dolor la relación pierde todo sentido y, por lo tanto, lo único que consigue es que agonicemos a la espera del sello que finiquite el final que estaba entretejiendo sus hilos.

En el momento que soltemos nos daremos cuenta de que dar el paso y soltar significa liberarnos, crecer y crear una nueva vida. Esa nueva atmósfera propiciará que podamos sembrar nuevas emociones en un terreno que hasta entonces no era fértil.

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Pensar que alguien siempre va a estar ahí es un gran error

Hay veces que las personas desaparecen de nuestra vida por momentos pensando que pueden volver cuando les plazca, pues están seguros de que siempre estaremos aquí.Pero eso no es así, todos merecemos un respeto y las ausencias tienen un alto precio.

El amor ciego no es garantía suficiente para que una relación prospere. Por eso a veces a las historias de puntos suspensivos hay que quitarle dos y dejarlo en punto y final. De ello depende nuestro bienestar emocional.

Es difícil afrontar un adiós decisivo teniendo la certeza de que vamos a tener que luchar para sanar la herida del abandono. Tememos en el proceso por nuestra autoestima, nuestra autoconfianza y nuestro bienestar. 

Pero el crecimiento implica cierta desorientación que nos puede angustiar. Tenemos que ser conscientes de que parte del camino lo vamos a tener que recorrer de la mano de la incertidumbre.

Esto no es cómodo, pero merece la pena teniendo en cuenta que el intercambio dará como resultado la reconstrucción de uno mismo y la armonía con nuestro interior. Se trata de ser honestos y exigentes en nuestras compañías emocionales. No siempre es fácil, pero lo necesario no siempre lo es.

Desapegarnos de aquello que supone egoísmos, intereses y ausencias injustificadas nos ayudará a comenzar una nueva etapa en nuestra vida, a sembrar y cosechar sustento para nuestra autoestima y crecer emocionalmente.

El rincón de la mujer emprendedora

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Quédate con aquellas personas con las que puedes ser tú en toda tu esencia

Hay personas que sacan lo más sincero, genuino y verdadero de nuestro interior. Son aquellos que profundizan en nosotros, que exprimen nuestra esencia y que nos hacen disfrutar de lo maravilloso que es sentirse bien siendo uno mismo.


Son esas personas que tienen algo que no sabemos definir que nos invita a tener plena confianza y a sentirnos con total libertad para comportarnos como queramos y como nos pide el cuerpo en cada momento.

Poder ser uno mismo se ha convertido en una excepción más que en una regla, lo que ocasiona que muchas veces nos sintamos desubicados. Esto se debe al miedo a que nos juzguen y nos etiqueten, lo que acarrea que al final ocultemos nuestros verdaderos intereses para no lidiar con ciertas situaciones.

Uno no puede ser uno mismo de manera absoluta cuando se está en público, porque estar en público ya te obliga a cierta autodefensa.

El valor de la autenticidad

A veces negamos que nos guste cierta música o que estemos interesados en unas aficiones pero no en otras. En otros momentos podemos incluso obviar u omitir información sobre nosotros que nos solicitan o que estaríamos encantados de contar.
De esta manera, poco a poco, vamos dejando de ser nosotros mismos de cara a los demás o incluso en nuestra vida interna, lo que es mucho más grave y más preocupante.

O sea, no comportarnos como nos gustaría acaba mermándonos, esto genera un empobrecimiento emocional que nos deja sumidos en una característica mezcla de tristeza, melancolía y desgana. Esto, por supuesto, tiene sus consecuencias en nuestras relaciones, que a su vez se tornan cada vez más insatisfactorias.

Sin embargo, a veces encontramos personas con las que podemos ser nosotros mismosy con las que nos conseguimos sentir realmente bien. Gracias a ese empuje nos permitimos liberarnos de esas ataduras emocionales y empezar a ilusionarnos de nuevo.

Lo cierto es que este tipo de conexiones no abundan, por lo que tenemos que apreciar cada uno de los momentos que vivimos junto a ellos, ya que nos ayudan a contemplarnos y a trabajarnos en esencia.

La amistad con uno mismo es de suma importancia, ya que, sin ella uno no puede ser amigo de nadie más en el mundo.
Sé tú con total libertad

Como hemos comentado hasta ahora, ser uno mismo con total libertad es bastante complicado ya que depende en gran medida de lo cómodos que nos sintamos con los demás. Sin embargo, el verdadero trabajo a realizar nos corresponde a nosotros; es decir, que ser uno mismo requiere de autoconocimiento. En este sentido, vamos a analizar qué podemos hacer:

.- Acéptate, eres una persona única e irrepetible. Es normal que quieras mostrar una versión más deseable de ti a los demás, pero no es necesario. De hecho puede llegar a ser contraproducente ya que nuestra parte más amigable es la natural.

.- No te centres en la imagen que los demás tienen de ti, hazlo en cómo tú te consideras. Esto nos ayuda a ser más auténticos y espontáneos.

.- Tu valía no depende de cómo es con lo que te comparas. Todos tenemos ideales y valores, pero esos no dependen de los demás. Es importante que trabajes para ser cada vez mejor, pero no para parecerte o superar a nadie.

Uno de los retos más difíciles es ser nosotros en un mundo en el que la mayoría está tratando de aparentar ser alguien más. Valorarnos es costoso, pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

El rincón de la mujer emprendedora

martes, 3 de noviembre de 2015

Prefiero una soledad digna, que una relación incompleta

Tememos a la soledad, tanto hombres como mujeres, pero la soledad a veces no sólo es necesaria sino que es curativa. Estar solo significa poder pensar en nosotros mismos, en lo que deseamos, en lo que soñamos y, sobre todo, en cómo nos sentimos.


Estar sólo no significa estar triste, significa disfrutar de ese momento, de esos días, de esos años, para relajarnos, para exprimir la vida. La soledad nos dignifica, nos aleja de relaciones que son incompletas, que nos hacen daño.

“La soledad no me debilita, me fortalece, me llena de algo extraño que me nutre, me habla de noche, me cuenta cuentos, historias que son verdad, que son verdades”.

Ser feliz con uno mismo

No podemos hacer depender nuestra felicidad de otra persona, de una pareja. Si no eres feliz sólo, no lo serás en pareja. Quererse a un mismo es fundamental para que otra persona nos quiera. ¿Cómo pretendes que alguien te quiera si tú no te quieres?

La soledad se asocia al desarrollo espiritual, de hecho personajes como Cristo, Buda o Mahoma, tuvieron revelaciones cruciales en soledad. También se relaciona la soledad con la creatividad, puesto que escritores, filósofos y científicos la han elogiado como un elemento fundamental para la generación de nuevas ideas.

Actualmente, las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, permiten estar continuamente conectados con otras personas, pero parece que se fomenta el estar conectado con alguien siempre y cuando esa persona no seas tú mismo. Pero el amor por nosotros mismos, el pensar en nosotros, es un acto de egoísmo necesario en muchas ocasiones.

Existe una idea muy arraigada de que muchas cosas se deben hacer en compañía, pero ¿Qué ocurre si vas al cine sólo, si vas a tu restaurante preferido sólo, si te quedas sólo en casa un sábado por la noche, si vas a una exposición sólo? Lo único que ocurrirá es que disfrutarás.

Con los años, la soledad es mejor compañera

Somos animales sociales, es un hecho, pero con el paso de los años, cada vez se reduce más la necesidad de estar con otras personas continuamente. Con la edad tenemos más claros nuestros intereses y nos centramos en ellos, sin necesidad de probar otras cosas que no nos gustan o de relacionarnos tanto con otras personas.

Simplemente se alcanza un equilibrio en el que disfrutaremos igual de nuestra soledad, que del tiempo que compartimos con otras personas. La soledad puede volverse una compañera con la que también pasar parte de nuestro tiempo.

La soledad puede ser la oportunidad para desarrollar nuestras inquietudes personales o laborales, para dedicarnos a cuidarnos física y mentalmente. No hablamos de una soledad triste, sino de una soledad buscada y necesaria para reconciliarnos con nuestra mente y nuestro espíritu.

“La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes”.

Decir adiós a una relación incompleta

Muchas veces relacionamos la soledad con no tener pareja, pero incluso en casos en los que tenemos pareja y no nos sentimos bien, es bueno realizar una reflexión profunda sobre cómo es la relación que tenemos y la que queremos.

Una gran dosis de crudo realismo, es dura pero esencial para ver lo que no queremos ver. Una relación en la que te sientes mal, no te vale, una relación en la que te tratan mal, no te vale. Huye cuanto antes.

Di adiós a lo que te hace sentir mal, es difícil despedirse, pero no mata. Durante un tiempo pensarás en los buenos momentos que compartiste con esa persona, pero no debes olvidar la realidad. Deja que el tiempo acaricie las heridas, no te precipites en buscar a otra persona, disfruta de ti mismo.

Siempre existe un periodo de duelo tras una ruptura de pareja, que suele durar entre seis meses y un año. Si necesitas llorar, llora, si necesitas pasear bajo la lluvia, hazlo, si necesitas olvidar di ¡basta!, cada vez que aparezca un recuerdo que te lleve al pasado.

Ahora eres libre, con todo lo que ello significa. Decide, disfruta, haz y deja de hacer, camina, corre, sueña, besa, abraza, mira, exprime la vida. Deja que la soledad te envuelva, que sea un manto cálido, deja que tus pensamientos vuelen libres, que tus sentimientos afloraren en tu piel.

“He decidido hacer lo que me gusta, porque es bueno para la salud”.

El rincón de la mujer emprendedora

lunes, 2 de noviembre de 2015

Las críticas me afectarán tanto como yo deje que me afecten

Las críticas me afectarán tanto como yo deje que me afecten. Me he pasado media vida teniendo demasiado en cuenta opiniones ajenas, comentarios dolorosos, y consejos sobre cómo debía enfocar mi existencia por parte de personas que aparentaban conocerme.


La vida es demasiado corta como para focalizar nuestra atención en mentes que no son las nuestras, y aún más en enfoques que no nos son útiles, y que no favorecen en nada nuestro crecimiento personal.
Es difícil no hacer caso de las críticas, es difícil ignorarlas sin son dañinas y poco constructivas. Ahora bien, no olvides nunca que tú eres básicamente lo que piensas a lo largo del día, así que no pierdas el tiempo en remordimientos, dudas y malas críticas.

Quien diga aquello de “a mi las críticas no me afectan lo más mínimo”, no es del todo cierto. A todos nos impactan de algún modo. Toda crítica es un enfrentamiento a nuestra esencia, a nuestra forma de actuar. A nuestros esquemas.

Si la crítica es constructiva y damos el paso de aceptarla, confrontarla, integrarla y aprender de ella, será un claro ejemplo de crecimiento interior. Y ello siempre es un buen gesto.

Ahora bien… ¿Qué hacemos en esos casos en que las críticas nos llegan de personas que son significativas para nosotros? Un comentario doloroso por parte de nuestra familia, amigos o pareja, siempre acaba vulnerando de algún modo nuestra autoestima. Y debemos saber afrontarlas, saber gestionarlas.

El rincón de la mujer emprendedora