lunes, 27 de abril de 2015

Cómo Encontrar tu Pasión (y quizá tu vocación)

¿Cómo saber cuál es mi pasión? ¿Cómo descubro lo que realmente quiero hacer? Una de las preguntas que más comúnmente me realizan las mujeres profesionales estancadas y que quizá tú también te plantees, es cómo averiguar tu pasión o pasiones, lo que de verdad te gusta, para poder dedicarte a ello y sentirte realizada.


No es una tarea fácil encontrar nuestras pasiones, especialmente en este mundo moderno que las personas no tienen tiempo para si mismas y viven aceleradamente, entonces pocas veces nos detenemos a pensar sobre lo que realmente queremos hacer.

A continuación te comparto lo que yo he encontrado que, por experiencia, funciona para encontrar nuestra pasión. Espero que estos tres métodos te permitan descubrir tu verdadera pasión.

1. Cosas que te gustan desde la niñez

Hay muchas personas que desde pequeñas saben qué quieren hacer. Me pasó a mi con la ciencia, por ejemplo. Desde bastante pequeña siempre quise ser científica. Pero también había otras cosas que me encantaban, por ejemplo la egiptología (de hecho, estuve considerando ser arqueóloga también) y escribir. Desde pequeña escribía cuentos. Como ves, algunas de esas cosas se trasladaron hasta ahora, otras las he dejado en el camino.

Así que recuerda qué te entusiasmaba de pequeña y decide si todavía despierta algo en ti o ya no.

2. Cosas que vas descubriendo probando

Esto es importante, sentada en tu casa haciendo siempre lo mismo es difícil que descubras lo que te apasiona. ¡Hay que atreverse a probar cosas nuevas! Por ejemplo, cuando yo estudiaba Biología, descubrí que me encantaba la biología marina y durante un breve tiempo consideré dedicarme a ello (al final ganó la genética : ) Más adelante empecé a hacer cursos sólo por placer, probando cosas que me interesaban: coaching, cocina, jeroglíficos, traducción, danza del vientre, doblaje, son unos ejemplos. Así puedes ir descubriendo qué te gusta, qué te apasiona, qué dejarías como mera afición y qué despierta algo más y te da ganas de dedicarte profesionalmente a ello.

Para seguir con el ejemplo, yo descubrí que la traducción me apasiona y de hecho hasta encontré un trabajo (que luego no acepté). Descubrí también que la cocina mejor como afición y que el doblaje es una algo que considero porque me apasiona también. Y por supuesto no hace falta que te diga qué descubrí al hacer el curso de coaching…

Todo esto lo he descubierto probando y atreviéndome a hacer cosas por las que sentía interés. ¿Qué es lo que te interesa a ti? ¿Por qué no pruebas y haces algún curso?

3. Profundizando

Esto también es fundamental y frecuente, muchas pasiones las descubres profundizando en un tema. Por ejemplo, cuando empecé con mi negocio después de la etapa de “quiero que todos mis clientes aparezcan de la nada” me di cuenta de que necesitaba aprender marketing y ventas, algo que no me gustaba nada. Después de aprender, aplicar y ver resultados me empezó a apasionar ¡y ahora me encanta! De hecho, en mis cursos y programas enseño a mis clientas las estrategias de marketing que yo uso; y me gusta tanto que sigo aprendiendo y formándome. Me llegas a decir esto hace unos años y no te habría creído.

Seguro que tú lo has experimentado alguna vez, empezar algo con cierto resquemor y al cabo de un tiempo darte cuenta de que te encanta. Cuando te dedicas a algo a fondo, muchas veces se vuelve una pasión. No siempre por supuesto, pero no pienses que probando algo brevemente ya vas a saber si es a lo que quieres dedicarte. En la mayor parte de los casos no puedes saberlo, necesitas más tiempo.

Estas son, según mi experiencia, tres formas de encontrar lo que te apasiona y es que te pueden gustar o interesar muchas cosas pero que te apasione algo normalmente implica mucho tiempo haciendo ese algo. Así que piensa, ¿a qué le sueles dedicar mucho tiempo casi sin darte cuenta?

El rincón de la mujer emprendedora

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